El español jurídico bebe de tres fuentes clásicas: el latín, el griego y el árabe. De estas tres lenguas, la que permanece más viva en esta lengua de especialidad es el latín. Un latinismo es un préstamo de la lengua latina.
A continuación te proponemos una secuencia de actividades para trabajar las fuentes del español jurídico:
Las actividades que acabas de hacer forman parte del temario de nuestro Curso de español jurídico. Si te interesa este tema y quieres profundizar en esta lengua de especialidad, te proponemos que le eches un vistazo a nuestro Curso de español jurídico.